- ¿Qué te he hecho yo? ¿Qué quieres que haga?
- No sé... tal vez tocarme el pelo.
- No puedo hacerlo... ¿Por qué yo?
- Porque todos los demás me aburren. Tú eres diferente.
¡Atención! necesito decir un testamento de palabras para así poder sentirme más aliviada en el día de hoy:
quisiera (y si pudiera aun) haber dicho esto en algún momento -en ese momento, el justo- de mi vida. Lo deseo tan fervorosamente que ARDEN las palmas de mis manos pequeñas y mis dientes se presionan entre sí con tanta fuerza que podrían pulverizarse, estallarme dentro de la bocaaaaaaaaaaa, esta misma boca que fue violada por tu lengua -vil, perfectamente hecha para comer(me) y mentirosa. Boca -mía- cuyos labios sostuvieron tu pene erecto -frío, exquisito, grande y venenoso. Ojalá tuviera un control remoto para volver al momento perfecto de mi pasado en el que esta frase calza a la perfección, para entonces decirla -decírtela- ¿decírtela? ¡escupirla!, pegar un portazo violento e irme aliviada, nuevamente viva debido al grito.
Porque (leopoldo) Marechal tiene razón, la tuvo siempre: el amor es un robo / robamos y nos roban ¡Cómo pude darme cuenta así de tarde!; debería habértelo dicho ese día, pero no sé ni de qué día me/te habló. Eso sentía. Esto sentía. Es la verdad, fue nuestra verdad -una desgraciada la mentira que nos hizo de máscara.
Te lo grito, te lo grito en mi mente. Y en el grito mis cuerdas vocales vibran de tal forma que se abre una grieta enorme en mi garganta: El amor es robo y te robe todo: no me sirves más. Nada, absolutamente nada de este mundo puede llevar tu nombre; después de mí, nada -nada aparentemente tuyo- es tuyo.
Te vacié completamente que ni te distes cuenta.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉN
(parece que me emocioné al recordar aquel viernes que deseo que terminemos lo inconcluso)
Gratitud a esta canción que logro sacarme palabras increíblemente ciertas:
http://www.youtube.com/watch?v=-Z_NvVMUcG8
Ps: si desea sugerirme algo, no lo dude.
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